Mi filosofía

Vida solo hay una, y aquí no hemos venido a sufrir…

Por esto cambié el rumbo de mi vida, porque aquí no hemos venido a vivir la vida de otros sino a escribir nuestra propia historia, nuestro propio cuaderno de bitácora, sin condicionamientos externos. La vida cobra sentido cuando haces lo que te manda el corazón, cuando estás alineado con tu misión de vida y cuando te has trabajado para despojarte de aquellas energías negativas que condicionan tu avance. Por eso a mí no me sirve que alguien pueda decidir por mí ni decir qué es lo que me conviene desde su mapa mental, con sus condicionamientos. Lo que realmente me conviene me lo dice mi voz interior y/o el test muscular de kinesiología si estoy trabajando de forma presencial, o me conecto con mi Yo Superior y el del cliente para trabajar a distancia.

Forman parte de mí día a día el seguir potenciándome para ser la mejor versión de mí misma como el ejercicio, la meditación, el trabajo continuo de ir limpiando memorias de energías de situaciones vividas en negativo que puedan bloquear áreas de mi vida, juntarme con personas con mi misma energía de buen rollo y enfocadas en una vida y un mundo mejor, desde los valores y un respeto hacia la Madre Tierra; y la conexión neurobiológica con la naturaleza para mantener el equilibrio a niveles físico, mental, emocional, espiritual y sutil.

Me gusta viajar para ampliar horizontes y conocer otras formas de vivir. Viajar nos ayuda a crecer como personas mientras interactuamos con otras culturas diferentes a la nuestra.